domingo, 7 de octubre de 2007

En algún lugar, una mujer...

Jammie Thomas, tomada de El Blog de E.DansEn algún lugar, una mujer acaba de ser condenada a una multa fabulosa por la que tendrá que reservar una cuarta parte de su mísero sueldo durante lo que le reste de vida para poder satisfacer su deuda con la ley. No sé si en la sentencia se indica que, en caso de fallecimiento prematuro, sus descendientes (puesto que es madre soltera) estarán obligados a afrontar los gastos restantes.

El delito, la falta, el error que ha cometido esta mujer ha sido vivir donde vive, nadar contracorriente y haberse adelantado a su tiempo. Esta buena señora no ha robado diamantes en una Joyería de alto standing, no ha conducido en estado de embriaguez, no es una top model que se infla a base de bien de cocaína y anfetas, no ha salido en ningún programa del corazón insultando y difamando a diestro y siniestro, no es tampoco paparazzi que se cuele en el cuarto de baño de ningún famoso, no ha especulado urbanísticamente con el suelo, no ha vendido a precio de oro apartamentos de menos de 25 metros cuadrados enfrente de un aeropuerto, no es miembro de ningún cártel del narcotráfico, no ha escrito la letra ni la música de ninguna canción del verano,no extorsiona a inmigrantes, no se exhibe impúdicamente a la salida de colegios ni en parques infantiles, no trafica con órganos, no es responsable de la programación de televisión, no ha arrojado tomates u otras hortalizas a ningún mandatario mundial, no ha salido en ningún reality...

Todo lo anterior hubiese sido admisible, justificable, entraría dentro de la normalidad con la que estamos acostumbrados a convivir.

El problema, el error de esta mujer ha sido vivir en Minnesota y tener Internet en su casa. Y ha debido pensar que compartir canciones mediante redes P2P no era delito, ni siquiera una travesura de adolescente. Y, a lo que se ve, Jammie Thomas estaba equivocada, según la ley de Minesota. 24 canciones compartidas le han salido por la friolera de 222.000 dólares (158.400 euros, 6.600 euros por cada una de las veinticuatro canciones). Entre las discográficas que han tomado parte en este atraco,digo, acción judicial, figuran

Capitol Records (de EMI Group), Sony BMG Music Entertainment, Arista Records, Interscope Records, Warner Bros Records y UMG Recordings.

¿a alguien le quedan ganas de seguir comprándole un disco a esta gente?

El mundo está cambiando y todavía no se quieren dar cuenta...

(o bien somos nosotros unos inocentes de cuidado que todavía nos creemos ue el mundo puede cambiar)

Visto en el Blog de Enrique Dans, que se hacía eco de esta noticia de El Mundo