Llegaron las nubes y después vino, por fin, la lluvia.
Hay quien pronostica un otoño seco. Hay quien dice que no hay pruebas para afirmar tal cosa. Hay quien ya se ha olvidado de que los pantanos están casi vacíos y los acuíferos tocando fondo.Los cabañuelistas pronostican que el año que viene será algo menos seco que este que termina, pero seco al fin y al cabo. Enero y febrero los meses más lluviosos. Un conocido mío me comentaba hace una semana que ahora no se oía mucho el tema de los campos de golf, que los proyectos estaban agazapados esperando las lluvias. Ya mismo, imagino yo, saldrá alguien diciendo que "vaya, la sequía no era para tanto" y que apretándonos tdos un poquito el cinturón acuífero, seguro que se pueden poner dos o tres campitos de golf en las cercanías. Total, un ilustre político equiparaba lo que gasta en agua el césped con lo de un campo de maíz de regadío y que, desde luego, viendo después los rendimientos económicos, ganaba el golf por goleada maltesa.
En fin. Que por lo menos ha llovido.Ya veremos que nos depara este otoño...
2 comentarios:
Hola!!!. Acabo de linkarte en mi blog...
Como dice la canción: unos que vienen otros que van.....
En cuanto pueda hago lo mismo. Es que me da una pereza tocar la plantilla....
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