Pues eso me preguntaba yo anoche cuando estaba viendo la nueva serie de la Sexta. Parece que la serie se suma a otras como el Ala Oeste, Señora Presidenta, o incluso 24, en las que nos quieren hacer ver cómo son los entresijos del Poder (y el Poder Máximo, que estamos hablando de los USA), quien y de qué manera mueve determinados hilos para que el mundo sea como es o, visto de otra forma, de cómo ser hipócrita cuando estás en el poder y seguir sonriendo como si nada. No sé si se trata de algo premeditado, en el sentido de intentar hacer campaña pro-americana dentro y fuera de las fronteras del país. No sé si se trata de que comprendamos decisiones incomprensibles a base de cierta popularidad mediática. No sé.El caso es que el Anillo E peca de un maniqueísmo tan evidente que me hace recordar la Era Reagan, cuando Rambo era bueno, un héroe que no ganó la guerra de Vietnam (él solo, claro)porque no le dejaron los políticos (por cierto, que hace poco repusieron cuando se fue a Afganistán, a colaborar con los luchadores por la libertad que eran por aquel entonces los talibanes. Cómo cambian las cosas...). En este primer doble capítulo se soltaron unas cuantas perlas y cargas de profundidad entre reunión y reunión del comité que aprueba las acciones de los comandos americanos en cualquier parte del mundo. Cosas como (recito de memoria, así que no será, para nada, literal):
-¡Boinas Verdes!¡Mi película favorita!
-Cuando nos fuimos de Vietnam dejamos muchos amigos abandonados y ahora están muertos.
-Ahora sí va a haber armas de destrucción masiva en Irak (refiríendose a cierto físico musulmán, amigo íntimo de Bin Laden, que va a pasarles la tecnología nuclear a grupos insurgentes irakíes).
*Homenaje de nuevo a Boinas Verdes, cuando se aplica el Método Fulton para llevarse a un prisionero (¿qué no conoces el Método Fulton? ¿no has visto el final de B.V.? ¿el globo, el prisionero, el avión...?)
*Alegre sabotaje sobre un barco de Green Peace (un barco lleno de hippies) que bloqueaba la salida de un portaviones americano. Por cierto, que el asunto se toma a chanza y aparece un representante del gobierno francés que no queda precisamente bien.
En fin, en mi modesta opinión, una serie más bien reaccionaria, excesivamente pro-yanqui, y que lo único que le falta es que aparezca el fantasma de John Wayne vestido de comando, o bien un Sylvester Stalollone a lo Rambo paseando por esos largos pasillos del Pentágono en busca de una misión de las suyas.
¿Trabajo alimenticio? No sé.
En todo caso, una decepción.









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