Hace como cosa de un año me lamentaba amargamente de que, después de haber revuelto Roma con Santiago y de ir de la Ceca a la Meca, todos mis desvelos habían resultado infructuosos y me fue imposible conseguir la Agathita Mil Caritas para el componente más pequeño de mi pequeña familia.
Nada.
No hubo manera.
Ni movilizando a titos y abuelos que viven en la gran ciudad y que también se patearon hipers e hipers sin resultado.
Este año ha estado a punto de repetirse la historia.Nada.
No hubo manera.
Ni movilizando a titos y abuelos que viven en la gran ciudad y que también se patearon hipers e hipers sin resultado.
Pero no.
Esta vez sí que cada uno tiene lo suyo, conseguido tras un razonable esfuerzo familiar.
También es verdad que fuimos algo más avispados y a mediados de diciembre ya compramos los regalos, que si no, no sé.
Para satisfacer la curiosidad de los lectores, paso a enumerar los nuevos habitantes de esta casa:
- Un Aeropuerto Lego fantástico.
- Y una Caravana de los Lunnis increíble.
- También un Transformer (el Optimus Prime)
- y un armarito de madera.
No se imaginan algunos lo que descansamos los padres al ver la cara de satisfacción de sus retoños abriendo paquetes y descubriendo las "sorpresas", ...
y el profundo suspiro de alivio por haber sido capaces de conseguirlas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario