lunes, 8 de agosto de 2005

Los mutantes


El tema de las mutaciones (y de la genética en general) ha sido una buena fuente para elucubrar un buen número de obras de ciencia-ficción.
Uno de los ejemplos más conocidos es el de los famosos X-Men de Marvel, que en España se empezaron a conocer en aquellos entrañables libritos de Vértice como la Patrulla-X y que, con el tiempo, han traspasado la frontera del papel para saltar al cine y a la mitología popular.
Resulta curioso que Stan Lee recurriera a la genética para explicar los maravillosos poderes de un grupo de chicos (y chica) liderados por un mentor calvo, telépata y minusválido en aquella Mansión-Escuela tan especial. Para otros Superhéroes se había recurrido a su procedencia extraterrestre, mitológica, a la aplicación de tecnología de última generación, a artes místicas, o bien a unas misteriosas radiaciones (rayos cósmicos, rayos gamma...). Para el caso de la Patrulla-X , sin embargo, adoptó una causa hasta entonces no muy bien comprendida ni utilizada pero que, sobre el papel, funciona estupendamente:

son así porque han nacido así.

¿Por qué han nacido así?


Porque su código genético es ligeramente distinto al de los demás

¿y por qué?

Porque han sufrido una mutación.

¿Cuál ha sido el causante de esta mutación?

Bueno, en un principio, creo recordar, no se especifica muy bien y hay veces que se le echa la culpa a las radiaciones (capaces, en efecto de producir mutaciones genéticas), otras veces simplemente se considera que son un paso más en la evolución, el inicio de una nueva especie superdotada y como tal, un producto normal de la Naturaleza.
Más tarde, si la memoria no me falla, se inventó un supuesto Gen-X (que se presentaría solamente en estos supermutantes y no en el resto de la Humanidad) que sería el responsable de los maravillosos poderes de cada uno de los de la Patrulla y de sus esforzados enemigos, los también mutantes de la Hermandad Diabólica.