lunes, 23 de julio de 2007

el consumo, la tele y ... el coche

El otro puntal de esta sociedad en que nos ha tocado vivir, después del consumo y la televisión, es el coche. Juntos forman la indisociable Santísima Trinidad de nuestro mundo. Cogemos el coche para ir a la santa ceremonia consumista semanal, donde compraremos los productos que durante siete días hemos visto a todas horas en el televisor. El televisor mismo, el coche mismo, son objetos de consumo.

El automóvil se nos ha convertido en nuestro segundo hogar. De hecho, es más fácil tener antes un coche que una casa. Nunca hemos calculado (al menos yo) cuánto tiempo pasamos en este habitáculo que no sabemos si dominamos o nos domina él a nosotros. A veces, por el comportamiento que veo en otros (siempre son los otros nunca uno mismo) conductores pienso que es más lo segundo que lo primero. Férreo y total individualismo que deviene en actitudes egoístas, cuando no maleducadas, groseras, irrespetuosas y antisolidarias.

Estamos presos del vehículo a nivel personal. Dependemos de él para ir al trabajo, para buscar la comida o la ropa que necesitamos, para visitar a la familia, para llevar a los niños al colegio, para huir en las vacaciones. Pero también nuestras ciudades se han vuelto presas de la máquina. El crecimiento de la ciudad se configura en torno a sus necesidades, no del de las personas que la habitan. Los nuevos pueblos dormitorio, las nuevas rondas de circunvalación, las flamantes autovías, van devorando poco a poco el espacio. Y todo se queda corto en cuestión de años, de meses, a veces se colapasa ya antes de comenzar su trazado. He visto como han desaparecido antiguos parques, jardines y plazas para ser reconvertidas en aparcamientos subterráneos. Dice muy poco de nuestra cultura que a la hora de elegir entre un aparcamiento y un árbol se elija siempre por lo primero y no se plantee nunca una opción alternativa, ni se le pasa por la cabeza a quien tenga que decidirlo. Es difícl pensar, cuesta trabajo y tiempo. Al final se pasa por encima de todo. No sé muy bien a quien beneficia todo esto.


5 comentarios:

Antonio Ruiz Bonilla dijo...

Al final viviremos en grandes centros comerciales, en sus sotanos dormiremos en habitáculos. Y el consumo será nuetro pan de cada día. Un saludo y espero que puedas visitarme.

Juan Antonio del Pino dijo...

Pues sí, parece de broma pero lo mismo nos toca verlo.
Visitarte te visitaré, lo que no sé es por donde empezar:
http://laflordelapocalipsis.blogspot.com/
ó
http://imagenesdelapocalipsis.blogspot.com/
ó
http://poemasdelapocalipsis.blogspot.com/

Anónimo dijo...

estais zumbados.. bontio texto y muy bien escrito.. pero no esla realidad.. la gente esta dominada.. se deja dominar. xk es lo k la mayoriakeremos.. yo viviria conduciendo todo el dia.. x ejemplo.. prefiero carreteras a aceras enormes en las k no hay nada... solo espacio inserbible. prefiero un aparkamiento a un arbol ya que en la ciudad es mas util... en el campo prefiero arboles k ya aparkare en la tierra. o me ire con la bici. para eso es el campo.. las ciudades son URBES que ya por el siglo 5 se venianllamando asi. que pretenden cambiar con estos blogs señores? m parec emuy bien k seamos autocriticos y analicemos las cosasmalas... pero xk nomiramos tambienlo bueno? ustedes dejarian la tecnologia, su tele, su coche y las calles civilicadas. por vivir en el campo , enuna casa demadera, sin luz, television, sin otro medio de transporte que sus propias piernas? .. teniendo que cazar para sobrevivir, trasladandote a pie hasta un medico que no sabes donde esta por falta de infrmacion. tomando alimentos y sustancias sinningun control de alguna organizacion consumista? señores seamos realistas. no estamos acabando connada... estamos construllendo encima!!

Juan Antonio del Pino dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Juan Antonio del Pino dijo...

Estimado anónimo:
espero que no se ofenda si le digo que me ha costado lo suyo desentrañar lo que quería decirme en su comentario: algunos seres primitivos no dominamos con soltura el nuevo lenguaje del teléfono móvil que se está imponiendo en muchas partes. Comprendo que pueda resultarle más fácil y más cómodo escribir así pero, por favor, piense en el que, los que, puedan leerle.
Con respecto al asunto del post y de comentario creo que no ha entendido lo que quería decir. Yo (y muchos) no estamos dispuestos a renunciar a la tecnología en nuestras vidas y volver al agro bucólico. NO, no es eso. Una cosa es que la tecnología esté a nuestro servicio y otra muy distinta que nosotros estemos al servicio de ella. Cuando se alteran estas condiciones nos convertimos en esclavos de la máquina, por así decirlo. Y eso es lo que quería manifestar.
Un ejemplo: para recoger a mis hijos suelo utilizar el coche.Muchos padres también. Por comodidad mía y de mis hijos, que deben acarrear una mochila que pesa lo suyo. No aparco el coche en la mismísima puerta del colegio, donde se forman unos atascos de órdago. Lo dejo un par de callecitas más alejado. Así aprovecho para andar un poco, hablo con mis hijos y no contribuyo a crear más caos circulatorio. Otros piensan que el recorrido lógico es puerta de casa a puerta del cole y así van las cosas.
Un saludo y gracias por visitar y comentar en este humilde blog.