Toda la ciudad anda revuelta con las obras veraniegas. Se supone que el Ayuntamiento aprovecha estas fechas, en las que se supone hay menos gente en la ciudad, para levantar calles, reponer adoquinados, meter cables, tuberías y otras conducciones, pavimentar aceras... loable propósito si no fuera porque no se comprende cómo más de una una misma calle se ha abierto en canal, por lo que yo recuerde, al menos cinco veces en cuatro años. Si no fuera porque a las obras municipales hay que añadir las calles intermitentemente cortadas por demolición de antiguos edificios para que donde antes vivía una familia ahora puedan vivir diez o quince, para que donde antes había dos pisos y un luminoso patio, jardín o huerto trasero, ahora aparezcan cuatro pisos más ático y minúsculo ojo de patio en perpetua sombra. No acabo de comprender (debo ser un raro espécimen) que en cada calle de mi ciudad haya una o dos obras de estas que, sin darnos cuenta, nos roban el paisaje familiar de unas calles que hemos recorrido mil veces y que ahora, de pronto, empiezan a parecernos extrañas, como trasplantadas desde una dimensión desconocida ...
A lo que iba. Para no ser menos que nadie, aprovecho yo también para hacer mis pequeñas remodelaciones. Sin llegar a tirar todo la casa, que imagino yo que algo habrá que pueda aprovecharse, me he puesto a hacer limpieza general, me he atrevido a cambiar la pintura del fondo, he probado la paleta de colores con esa columnita de la derecha, he cambiado de sitio fuste, basamento y capitel (ya puestos, me replanteo si colocar uno nuevo de estilo corintio, ese tan recargado de hojas de acanto, o dejar el dórico clásico) ...
Si se me olvida algo, o alguien, que antes estaba y ahora no, que nadie se sienta molesto u ofendido y acháquese no a mala intención sino a despiste e incompetencia del operario.
Espero que al final me quede un blog reluciente y apañao (se admiten opiniones, por cierto) y las visitas se encuentren a gusto entre estas cuatro paredes virtuales...Si se me olvida algo, o alguien, que antes estaba y ahora no, que nadie se sienta molesto u ofendido y acháquese no a mala intención sino a despiste e incompetencia del operario.
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