Feliz experiencia la que tuve ayer tarde cuando me acerqué con toda la familia a ver esta película en el cine. Lo cierto es que no iba yo totalmente convencido y sí con cierta aprensión. Varios eran los motivos. Por un lado, una historia en donde se mezclen ratas (que no son precisamente mis animales favoritos) con gastronomía no me parecía especialmente interesante. Además, resulta que desde Monstruos S.A. me he convertido en un fan acérrimo de las producciones de la PIXAR. Aunque no me gustó especialmente ese Buscando a Nemo, tenía que reconocer la perfección técnica de esos corales y esa vida submarina. Ni que decir tiene que Los Increíbles fue para mi un gozoso espectáculo y que Cars superó con creces mis expectativas. Con esta nueva producción iba temiendo el fin del encanto genuino de la Pixar.
Pero, afortunadamente, no fue así. Las cerca de dos horas de Ratatuille pasaron en un suspiro. Desde las primeras escenas la película te atrapa y no puedes despegar los ojos de la pantalla. Las situaciones se van sucediendo con una precisión digna del mejor reloj suizo. La perfección técnica, marca de la casa, alcanza cotas verdaderamente impresionantes. La reconstrucción de un París ideal (con esos míticos Citroën, esas Vespas, esas calles adoquinadas, esos puentes, esas bellísimas panorámicas de la ciudad) es francamente magistral. Los mil y un detalles de la cocina no tienen precio (cosas tan simples como cascar un huevo, cortar una cebolla, remover una olla, hacer una tortilla ... adquieren la categoría de la perfección).
Una cinta original, sorprendente, inesperada, imprevisible y divertida. Resulta inexcusable no acudir cuanto antes a verla.
Hay reconocer, además, el gran mérito de PIXAR para embarcarse en nuevas aventuras, nuevos personajes y situaciones. Lo fácil hubiera sido apuntarse a la franquicia de sus éxitos reconocidos y comenzar a explotar el filón con segundas y terceras partes de Monstruos, Increíbles o Cars. Frente a eso, han optado por adentrarse en caminos desconocidos y ofrecer productos originales, sorprendentes, inesperados, imprevisibles y divertidos.
Un verdadero acierto.
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Una cinta original, sorprendente, inesperada, imprevisible y divertida. Resulta inexcusable no acudir cuanto antes a verla.
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